Tras mi viaje en solitario de 2 meses por Centroamérica, Guatemala se transformó en mi país favorito de esta parte del continente. Me enamoré de sus paisajes, de su gente, de su historia y cultura.
Y las líneas y fotos que vienen a continuación, te demostrarán que este país lo tiene todo y debes incluirlo YA a tu bucket list de lugares que ver antes de morir.Aquí van mis lugares favoritos de «Guate»:
Antigua
Ay Antigua! Qué linda ciudad. Para mí, de las más bonitas de Latinoamérica. Fundada el 10 de marzo de 1543, La Antigua Guatemala fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en el año 1979. Con un clima privilegiado y vistas increíbles a sus volcanes Acatenango y Fuego, esta mágica ciudad colonial cuenta con casi 500 años de historia.
Antigua y sus calles adoquinadas, sus fachadas de colores desgastados, y flores por todas partes, hicieron que me enamorara a primera visita. Y seguro habrá una segunda.
AQUÍ te dejo mi post de Antigua para que veas más fotos.
Y AQUÍ te dejo un datazo de alojamiento inspirado en Hobbietown, que queda a las afueras de Antigua con unas vistas espectaculares.
De nada 😉
Semuc Champey
Uno de los lugares de naturaleza más hermosos e impactantes que ví en mis 15 años de vida viajera. Este monumento natural del departamento de Alta Verapaz y municipio de Cobán, queda cerca de la ciudad maya de Lanquín. Y es sin duda, un imperdible más de Guate y de Centroamérica.
En Lanquín se concentran la mayoría de los alojamientos pero no están a distancia caminable de Semuc, a menos que te mandes todo un día de caminata (más lo que tienes que caminar en Semuc Champey mismo) Pero tranqui, que hay unas furgos de acercamiento. Yo fui a dedo y me paró la primera camioneta (ahí de lo más feliz me fui conversando con mis amigas gallinas)
Costo de entrada: 50 Qt (aprox 7 dólares) 30 para niños.
Te recomiendo entrar y subir directo al mirador. Y después baja a las pozas (no por donde mismo subiste, sino más allá) Así terminas tu visita a Semuc con un buen baño. No te olvides del repelente y de llevar tu basura si la generas por favor!
A los costados de estos pozones y el río hay un camino que te regresa a la entrada, y como «estaciones» de guardarropa donde poder dejar tus cosas seguras.
Dónde dormir en Semuc Champey:
Yo alojé en uno de los mejores hostales, que más bien parece un resort: El famoso Zephyr Lodge, con su piscina de borde infinito, restaurante de deliciosas comidas, al triple que en el pueblo eso sí, pero aún así, económico. Habitaciones tipo cabañas para familias y parejas que quieran privacidad y un buen descanso, y como hice yo, pieza compartida con camarotes, impecables, baños ecológicos con vistas al valle, una locura. Todo lo que diga, me quedo corta. Lo bueno es que, ya sea que pagues pieza barata o cabaña privada, accedes igual al jacuzzy y piscina. Hasta una clase de yoga me pegué una mañana. No le estoy haciendo ni un tipo de promoción a cambio de dinero o estadía gratis. Pagué como todo viajero, y sólo recomiendo lo que probé y me pareció buenísimo.
Piscina del Zephyr Lodge
También tienen muy buenos comentarios el Utopía Eco Hotel que es donde yo quería alojar, pero no reservé con antelación. Ya sabes, tanto el Zephyr como Utopia son excelentes opciones.
Cómo llegar:
Desde Antigua o ciudad de Guatemala, incluso desde Flores como lo hice yo, hay unos mini buses que van a Lanquín. Da igual de dónde vengas, cuenta ese día de trasporte entero como día «perdido» (y lo pongo entre comillas porque para algunos los traslados son días perdidos, pero al menos para mí, cruzar parte de un país por tierra, no lo es)
Amanecer en Tikal
Uno de los mejores amanaceres que ví en mi vida. Sobre una pirámide maya y con una banda sonora de monos aulladores que más bien parecían tiranosaurios Rex. Han escuchado alguna vez a un mono aullador? Porque si no sabes de su existencia, te morirás de susto pensando que Godzilla viene con hambre por ti.
La única forma de entrar a este parque arqueológico tan temprano es mediante un tour, que al menos yo, organicé desde mi hostal de la pequeña y colorida ciudad de Flores, lugar donde recomiendo hospedar un par de noches antes de seguir camino. Te pasan a buscar como a las 3 am así que prepárate…pero vale la pena (y la alegría también)
AQUÍ puedes leer más sobre mi amanecer en tierras mayas.
Lago Atitlán y pueblitos de alrededor
Este lago de origen volcánico, es uno de los rincones naturales que hay que ver en Guatemala (y Centroamérica) Su profundidad máxima es de 350 metros y los volcanes de más de 3000 m.s.n.m. que lo rodean (Atitlán, Tolimán y San Pedro) le suman aún más belleza y magia al paisaje.
Alrededor de sus aguas late mucha vida desde sus pueblitos. Cada uno para un gusto diferente, y los más famosos son:
* San Pedro la laguna: Para mochileros fiesteros y que buscan compartir pieza en hostales y hacer amigos. En este pueblito se concentran la mayor cantidad de hostales.
* San Marcos la Laguna: Si andas en pareja o bien en busca de conexión más con la naturaleza y lo espiritual, San Marcos es tu lugar. Conocido por ser la meca de los hippies yoguis que vienen a meditar o hacer retiros. Si eres vegetariano o vegano, ya es razón de peso quedarse a dormir aquí. Es donde me hubiese gustado alojar.
* San Juan la laguna: Allí es donde alojé. Como pueblo, super fome. Osea, yo soy tranquila y así y todo no encontré NADA qué hacer o ver en este pueblito de una calle sin vida. No sé si fue la época o qué, pero al menos los dos pueblos anteriores que menciono, estaban rebosantes de vida y en San Juan, nada.
* Panajachel: Un destino familiar y de vacaciones. «Pana» es el pueblo más popular, con paseo marítimo a orillas del lago, restaurantes y hoteles regentados por familias indígenas. Ideal para los buenos pa´el shopping.
Foto de arriba: Tomada en un restaurante en San Pedro la laguna.
Cómo llegar al Lago Atitlán: Desde Antigua, puedes llegar en Bus a Panajachel, y desde este pueblo conectar con lanchas a cualquiera de sus pueblitos.
Río Dulce, Izabal
Mi entrada al país fue desde el noroeste de Honduras. Y Río Dulce fue mi Bienvenida a Guatemala -y hogar- por unos días.
Tuve la suerte de dormir en un lugar que hizo que la experiencia fuese aún más grata. Llegué media perdida, a un pueblo donde, o caminabas carretera pa adentro o hacia el río. Obviamente fui al río, pedí un teléfono y llamé al alojamiento que había visto por Google días antes (cruzando dedos que hubiese una cama disponible) Y Había! En menos de 10 minutos estaba el chico del hotelcito que sería mi hogar por 3 días.
Te dejo el dato del alojamiento AQUÍ
En Río Dulce y sus alrededores hay mucha naturaleza. Yo me enteré de la existencia de una cascada de agua caliente que más que el lugar en sí, lo que fue espectacular fue su camino, ya que me fui a deo con una familia de indígenas que me acercaron hasta la Finca El Paraíso que es donde se encuentra esta pequeña cascadita llamada El Estor. También hay micros desde el pueblo así que es fácil llegar.
Pero, por qué de agua caliente? Esto se debe a que en Izabal pasa la falla geológica del Polochic que permite que el calor de la tierra salga por este medio.
Otro sitio que destaca y es muy fotogénico, es el Castillo San Felipe, construido por los españoles a mediados del siglo XVII, para protegerse de los continuos ataques de los piratas ingleses. Esta fortaleza defensiva, además de cumplir la función de un centro militar, funcionaba como prisión y centro aduanero. Hoy es uno de los sitios turísticos más importantes de la zona.
Otro imperdible del caribe gutemalteco y a 221 km. de Izabal, es Livingstone, conocida como la Jamaica de Guate, y donde no alcancé a ir.
Siempre dejo razones (o excusas) para volver.
Mercado (y cementerio) de Chichicastenango
Para terminar, un rincón del país para amantes de los colores, los olores, los mercados, los textiles a mano de las indígenas. Si te brillan los ojitos con todo eso que acabas de leer, entonces «Chichi» es tu lugar.
Yo hoy, a diferencia de antes, no soy muy de comprar. Y si vas al mercado de Chichicastenango, mejor anda con ánimos de negociar y comprar lo más posible, porque las que vamos a observar y sacar fotos, no somos muy bien vistos. Por eso, sólo fotografié a la señora de arriba, a quien le compré varias cositas y bueno, ella misma me pidió que la fotografiara.
Puerta de la iglesia de Chichi.
Esto sucede porque, más que un mercado es un lugar de indígenas, costumbres, ritos, y probablemente la -no siempre grata- presencia de los turistas, incomoda y molesta a los locales. Por eso preferí ser respetuosa, observar y tras un par de disparos, decidí guardar mi cámara.
Además del mercado, me gustó mucho su colorido cementerio. Habías visto uno así de alegre?
Cómo llegar a Chichi:
Hay unos buses turísticos por 10 dólares que es el doble o más que en transporte público. Así llegan muchos turistas desde Panajachel o Antigua, pero yo no usé esa opción.
Transporte público:
– Bus La Antigua-Chimal(-tenango): Q5, 30 min. A cada rato. Te bajas en la carretera principal (bajo viaducto) y caminas unos metros.
– Bus Chimaltenango- Chichicastenango: Q25, 1h30. A cada rato. Fíjate que diga “Guate-Chichi-Quiché”.
Sino, cualquier bus que vaya de Guate a Xela o Huehue pasa por Los Encuentros y de ahí es muy fácil llegar a Chichi.
Chichicastenango no tiene estación de buses pero este llega y parte desde el costado de la despensa familiar.
Yo me fui a deo con una chica coreana que conocí en San Marcos la Laguna, y que nunca había levantado el pulgar. Nos fuimos hasta los encuentros en la caja de una camioneta con una familia indígena que alucinaba con los ojitos rasgados de mi nueva amiga.
Una de las cosas más lindas de viajar sol@ es que estás mucho más abierto a compartir con otros. A menos que seas un antisocial. Y Juli from Corea fue una grata y especial compañía. Gracias Juli!
Al llegar a los encuentros, tomamos por un par de quetzales una micro chiquita y llena de gente que nos llevó a Chichi. Llegamos un sábado en la tarde, sabiendo que los jueves y domingos son los días de mayor cantidad de gente y variedad. Al día siguiente temprano, antes que llegaran las masas de turistas, disfrutamos del mercado a primeras horas de ese madrugado domingo.
Guate cumplió al 100% con los 3 factores que hacen que yo caiga rendida a los pies de un país: Su gente, sus paisajes y sus precios económicos.
Se convirtió en mi favorito de mi viaje por Centroamérica, y fue por lejos, donde más a gusto me sentí.
Y tú, ya conociste este maravilloso país?