Navegar por las islas croatas fue un regalo de mi familia política que jamás imaginé recibir. Un viaje que más que una vacación de lujo, fue un emotivo viaje a las raíces de mi amor.
Agosto 2019
Invierno en Chile. Verano -y temporada altísima- en Croacia.
Con muchos meses de anticipación, y con calendario en mano, encontramos una fecha en común para los 15 integrantes de la familia.
Agosto. Y qué mejor que escaparse del frío e ir en busca del veranito?
La mochila se llenó de vestiditos, trajes de baños, pareos y un par de sandalias. Y también, de ropa adecuada para Los Dolomitas y Eslovenia, que eran parte de la ruta Euro trip 2019.
El responsable de este viaje es el abuelo de mi marido que ya no está, y que algún día llegó en un barco a la costa norte de Chile desde Croacia. Y allá en la pampa nortina, nació mi suegra querida, que creció sin perder el idioma y muchas cosas de la cultura croata, y que por supuesto, traspasó a su familia.
Y yo tuve la suerte de caer ahí, hace 12 años, cuando me enamoré de quien es hoy mi marido.
El «nono» como le llaman, era de Supetar, frente a Split. Y allí pasaríamos los últimos días del viaje, después de la semana de navegación.
Y a Croacia me fui con mis suegros, cuñados y cuñadas, sobrinos y sobrinas. Todo el familión Winter Razmilic navegando por las raíces de un pasado que aún late en sus corazones.
Nos juntamos todos en Split, y desde ahí, más felices que perro con tres colas, nos embarcamos en nuestro Gulet, goleta croata que sería nuestro hogar y transporte por una semana.
Esa fue nuestra casita por una semana. Cada pareja con su pieza y 2 piezas compartidas donde dormían los más chicos. Cada habitación con su baño. Con una cubierta amplia para tomar sol o dormir una siesta a la sombra. Con desayuno buffet, y algunos días, previo acuerdo con el capitán y nuestro increíble chef, o almorzábamos en el barco, o cenábamos en él. Pero generalmente despertábamos cada día en un nuevo lugar, y después de un abundante desayuno nos íbamos a explorar una nueva isla.
Otros días, desayunábamos a primera hora, y aprovechábamos la mañana desde temprano por el calor de agosto y sus altas temperaturas, y así volvíamos a almorzar al barco, se venía siesta y unos cuántos baños en ese turquesa adriático, y a la tarde noche, cenábamos en algún restaurante de la isla.
Recomiendo reservar con tiempo si andas en un grupo grande y en temporada alta.
Y así como poder coordinar el tema comidas, también está bueno poder armar tu propio itinerario.
Que fue lo que hizo mi inteligente y gozadora familia.
Y nuestro itinerario fue más menos así: Split, Lozisca, Milna, Bisevo, Vis, Lastovo, Korcula, Loviste, Stari Grad (hvar) y Brac con su famosa playa Bol.
En el video al final de este post, hay una animación del barquito moviéndose por el mapa. Y para que también se hagan una idea de lo topísimo que es el viaje. Un lujazo!!
En Hvar (la v croata se pronuncia como u) no se pierdan estas vistas desde la fortaleza que está a lo alto de la isla.
El día partía con amaneceres de infarto y atardeceres de película como este.
Y ni hablar de la cata de Aperol para las chiquillas y la de cervezas que se tomaron los machos de la familia. Todos felices, con deportes acuáticos como kayak, comida saludable y gourmet a más no poder, un adriático de temperatura perfecta para friolentas como yo, conociendo un poquito de cada isla a nuestro paso, y bronceando la sonrisa cada día.
Korkula fue una de mis islas favoritas, y ojalá tuviera fotos nocturnas de Stari Grad, casco antiguo de la isla de Hvar.
Ahora, aunque haya estado fuera del itinerario de navegación, nosotros días antes de embarcarnos en Split, pasamos unos días en la turística y hermosa Dubrovnik. Famosa hoy por culpa de la serie Game of Thrones, que la tiene repleta de gente hasta en temporada baja…imagina lo que es en agosto esa ciudad.
Pero, cuánto vale un lujazo como ese? Mira esta página web, que fue la más completa que encontré en cuanto a tablas de precios y distintos itinerarios por la costa dálmata. Así te haces una idea y puedes ir planificando.
En este video, un resumen de esas vacaciones de lujo que dejaron la vara altísima.