Couchsurfing (CS) es un servicio de hospitalidad en línea, donde viajeros de todo el mundo, reciben a otros viajeros en sus propias casas. Este sistema de intercambio de alojamientos se hace entre personas que no se conocen y se contactan mediante la pagina web www.couchsurfing.org

¿De dónde viene el nombre Couchsurfing? se preguntarán algunos. Bueno, hace algunos años, surfistas australianos y estadounidenses se pusieron en contacto para ser recibidos mutuamente sin tener que pagar alojamiento, ya que su motivación principal del viaje era ir en búsqueda de las mejores olas. Con el tiempo, el sistema se dio a conocer entre mochileros que salían de sus tierras con poco dinero y que en sus destinos no necesitaban más que un couch (sofá en inglés) para quedarse unas noches y después seguir sus travesías. Es por eso que el termino en sí quiere decir surfear (ya que es sólo momentáneo) tu sofá.

Keith y Monique de Surinam. Gracias amigos!!

Para convertirte en un surfer (el viajero recibido) o en un anfitrión/a (el local que recibe) hay que crearse primero un perfil en la pagina web de CS. La idea es tener un perfil con fotografía y con la mayor cantidad de información posible como a qué te dedicas, cuales son tus hobbies, cuántos idiomas manejas, qué países has visitado y cuáles son tus próximos destinos. También es importante mencionar cuales son tus exigencias a la hora de recibir a viajeros, a cuantos estas dispuesto/a  alojar por noche y si subes una foto del espacio donde el viajero dormiría, mejor. No es la idea ser exigente al buscar quien puede recibirte en tal o cuál ciudad, pero a veces, hay mujeres que viajan solas y tienen ciertos criterios de búsqueda.

También lo defino como un intercambio cultural porque tanto el viajero que es recibido como el anfitrión comparten con el otro algo significativo y propio de sus culturas y se genera una instancia de enseñar y aprender un poquito del otro idioma, o de cocina, o de formas de vida, y eso es muy bonito y gratificante. Recuerda que la persona que te recibe te está abriendo las puertas de su casa y está depositando su confianza en ti, y una forma de agradecer su hospitalidad es aportando con comida, preparando una cena, enseñarle algo valioso de la cultura de donde provienes…etc.

Claro que a veces te tocan anfitriones que te dejan las llaves y no les ves ni la nariz en tu estadía (que no digo que esté mal) pero a mi, por lo menos, me gusta tener algo de tiempo para llevarlos de paseo a los lugares más populares y contarles un poco la historia de mi ciudad, que prueben la comida típica y puedan sentir en el paladar el sabor local y así llevarse un trocito de mi país en sus corazones.

Si hay tiempo para eso o no, es algo que se conversa y se deja claro antes de la visita.

Hay familias que reciben familias viajeras, o parejas que reciben parejas o gente sola que recibe a mochileros solos o acompañados, dependiendo de su espacio claro.

El sistema de búsqueda es sencillo, buscas en la ciudad que visitarás y se abre un abanico de posibilidades y puedes ir perfil por perfil buscando, leyendo recomendaciones de otros viajeros que hayan sido recibido por esa persona y apelando a tu intuición (no hay nada que temer en todo caso, es un sistema seguro) y después de enviar tu solicitud de couch -con anticipación ojalá- esperas la respuesta de ese hospitalario nuevo amigo que esté disponible en esas fechas para recibirte. Así de simple.

Mucha gente se pregunta: ¿y es obligatorio recibir? Lo ideal es que en algún momento lo hagas, pero si no puedes hacerlo siempre, o estas viajando o tienes tu sofá ocupado hay una simbología en tu mismo perfil que indica cuál es tu estado y disponibilidad.

Mi experiencia ha sido muy positiva y provechosa, el año pasado, hace no mucho, recibí a un chico francés que vive en el inigualable sur de Chile. Con mi novio lo llevamos de paseo a conocer el museo de bellas artes y terminamos de copas en el barrio lastarria y al fin de semana siguiente llegó con su novia, y se quedaron sólo una noche, lo cual no pudimos compartir mucho, pero ambos saben que si vienen a Santiago otra vez, tienen un hogar donde quedarse.

También recibí a un peruano, a quien no le vi ni la sombra, ya que dejó sus cosas, se dio una ducha y ni si quiera llego a dormir…Fue como un fantasma!

Y las demás experiencias fueron desde la otra cara de la moneda: Siendo recibida.

Neil de Oregon. No sólo nos dejó dormir en su casa sin conocernos (a mí y mi marido cuando recorrimos el oeste de USA) Sino además, nos dejó su auto para que recorriéramos la costa.

También Rhia, una chica afroamericana de Londres que me recibió en su casa ocupa, con quien tuve que compartir su cama -digo colchón- y ella dormía como Dios la echó al mundo y sin ni un pudor.

Así como les cuento, se podrán hacer la idea de que couchsurfing no es para gente que busca mayor privacidad, ni comodidades como las que te brindan los hoteles; sino para quienes se aventuran sin prejuicios ni expectativas y abiertos a conocer todo tipo de gente.

Compartiendo con la mínoría étnica Hmong en Sapa, Vietnam.

Hasta el día de hoy seguimos en contacto por facebook con muchas de esas personas que me recibieron o que algún día recibí en mi casa.

Fueron todas experiencias diferentes y positivas, conocí gente maravillosa que quedaba en shock cada vez que yo las saludaba o me despedía, considerando que los latinos somos más de piel y cariñosos.

Habemos más de 3 millones de couchsurfers esparcidos por el mundo y este link te muestra un mapa de lo extendido que está: http://www.couchsurfing.org/couchsurfer_map

Y así fue como mi paso por cada una de esas ciudades fue mucho más que una visita turística, éstas lindas personas y su hospitalidad me hicieron sentir especial y llenaron mi corazón, convirtiendo mis recuerdos de cada uno de esos lugares en experiencias mágicas y llenas de sensaciones.

Creo que lo más valioso de este sistema es que las personas confían en la bondad y generosidad de la gente, un valor que se ha ido diluyendo, pero que iniciativas como éstas lo vuelven a revivir.