Es importante saber ciertas cosas antes de subirte a un crucero, no me considero una experta para nada el tema, pero he tenido la suerte de ser invitada en dos ocasiones y algo he aprendido de este tipo de viajes, que se aleja de los gustos y presupuestos de los mochileros. Aquí va mi experiencia tras navegar el caribe, el adriático y el mar egeo.
Debo reconocer que antes del primer crucero (que fue por el caribe) tenía ciertos prejuicios, pero una vez adentro no daba crédito a lo que tenía frente a mis ojos, no sólo porque me tocó la suerte de debutar como crucerista en uno de los barcos más grandes de la Royal Caribbean, sino también por la logística y todo lo que tiene que ver con la organización y funcionamiento perfecto de cada detalle.
Antes de escoger tus vacaciones sobre el mar, hay que estar al tanto de:
– No elijas sólo por el itinerario, precio y duración del recorrido. Fíjate que sea una línea de prestigio, si el precio incluye las propinas y bebidas (casi ninguno las incluye) y qué tipo de crucero es. Hoy en día hay taaantos que se subdividen en diversas temáticas: cruceros familiares, de solteros, de luna de miel…etc. y por supuesto que las actividades a bordo dependerán de qué tipo sea el tuyo.
Crucero que hice con mi madre y hermana por el mar adriático y egeo, pasando por Croacia, Turquía, Grecia, y el lugar de la foto: Kotor, Montenegro. Un viaje al corazón de los Balcanes (y al corazón del happy hour) Ese recorrido lo hice el 2011 con la empresa MSC cruceros.
– No elijas la habitación más barata, no tienen ventanas! y no es por un capricho de querer mirar hacia afuera (para eso vas a cubierta y listo) lo digo porque he escuchado de personas que se arrepienten de haber pagado un poquitito menos y no pueden dormir, porque estas habitaciones llamadas cabinas de interior están muy juntas una de otra y escuchas todo lo que hace tu vecino, y el hecho de no tener ventana te hace sentir encerrado y si quieres saber como amaneció el día, hay que subir a cubierta para saber si salió el sol o si esta lloviendo. Las habitaciones que por precio vienen después de éstas, son bastante cómodas y tienen ventana y no hay nada más especial que ver el amanecer desde tu cama, cuando el barco ha atracado en algún puerto.
– Vestimenta: Una o dos noches de tu recorrido tendrás noches formales, asegúrate de meter en tu maleta (este tipo de viajes no es para mochila) uno o dos atuendos que vayan acorde a este tipo de ocasiones. Arriba del barco en las tiendas arriendan trajes pero para qué gastar de más no?
– Está prohibido subir alcohol, y por más que intentes «fondearlo» en tu equipaje te descubrirán y te lo requisarán, ya que antes de subir uno pasa por una especie de aduana como la que hay en los aeropuertos y este procedimiento se repite en cada puerto al que te bajas y después vuelves a subir. Esto mismo con las especias o frutas que compres en tierra. Ojo con eso porque si compras semillas o algo así, podrían multarte o prohibirte la entrada.
– Antes de subir al barco, dejas en el puerto tu maleta, y no me preguntes cómo pero al rato que subiste al barco, llegará a tu habitación, y el último día lo dejas en el pasillo y ellos se encargan de dejarlo afuera.
– El día 1 se organizará un simulacro de emergencia para saber donde tienes que estar parado en caso de cualquier cosa.
– Quizás algunos piensen que muchos días en alta mar (me refiero a esos días que no te bajas del barco) uno se puede aburrir, pero no! hay tantas actividades a bordo: concursos de baile en la piscina, muro para escalar, pistas para correr, mini golf, piscina con olas para surfear, gimnasio, spa, tiendas, etc. que es imposible aburrirse!!
– Siempre te toca un chico/a encargado del aseo de tu habitación, el primer día se presentan, y el penúltimo te dejan un sobre donde DEBES dejarle propina, esto no es opcional, es una obligación. Los camareros trabajan duro y las bases que reciben son muy bajas, así que el sueldo de ellos es básicamente de propinas. (así mismo con el chico que te atenderá cada noche en tu mesa)
– Si viajas en pareja seguro te tocará cada noche cenar con otras parejas. Cada mesa es de más de 6 comensales así que si estás viajando con un grupo menor a este número, seguro te tocará compartir.
– Las excursiones en tierra puedes hacerlas por tu cuenta, a menos que quieras ser parte de un grupo y hacerlo con un guía del crucero. El mismo barco organiza esto, hay un piso en el crucero destinado a informaciones donde puedes ver que tipo de excursiones hay y sólo te inscribes y por supuesto, tiene un costo.
Recuerda que no es lo mismo tener 5 a 7 horas en puerto y que en esas horas tengas que ver lo más que puedas en una ciudad enorme como Estambul, y otra cosa es tener esa horas para visitar un centro histórico, un pueblito o echarte en una playa. Por lo mismo, no recomiendo cruceros con recorridos por grandes ciudades, en las que ya es un pecado ir por sólo 3 días. La foto fue en una playa de Haití.
– Dentro del barco no se maneja dinero en efectivo, todos tus consumos y compras se cargan a tu «Sea Pass» que es la tarjeta con la que entras a tu habitación. Al menos ese es el sistema que tiene Royal Caribbean. Esta peligrosa tarjeta te la entregan antes de subir, el primer día, y después todo se carga a tu tarjeta de crédito. Cuidado! que al usar el plástico pierdes total noción de cuánto has gastado y después te puede llegar una cuenta que te deje congelado.
– Tema comidas: uuuuf!! podría extenderme demasiado hablando de esto. No sólo porque me gusta gozar del buen comer, sino, porque es tanta la variedad de comida que yo ni me explico cuánto trabajo deben tener los de cocina y dónde meterán tantas toneladas de alimento. Así que, golosos: Tranquilos que hambre no van a pasar.
En este tipo de viajes se usa el concepto «all you can eat» (todo lo que puedas comer) en los buffet establecidos, porque también hay otros restaurantes opcionales con carta con precios establecidos y ahí te cargarán el consumo. Si no quieres comer en el buffet, a medio día y media tarde a veces hacen barbacoas afuera a un costado de la piscina. Si eres vegetariano o celíaco, no te preocupes: hay menú para todos!
Si cuidas demasiado tu línea, quizás este tipo de viajes no sea el más adecuado porque veo imposible salir de ahí sin unos cuantos kilitos de más…
– Ojo desde donde sale el crucero, si es desde Miami tienes que tramitar con anticipación tu Visa para USA.
– Tu pasaporte lo entregas el día 1 y te lo entregan al final…durante el recorrido ellos se encargan de los trámites de aduana.
«Y si me mareo?»
– Si eres de los que se marea en un barco, no te preocupes. El movimiento es casi imperceptible, pero de todas maneras, si no puedes con ese pequeño vaivén, hay doctores a bordo que te ponen unas semillas pegadas en la oreja (auriculoterapia) que te las tienes que presionar cada cierto tiempo y listo! fuera mareos!!
– OJO! Cuando se está en tierra explorando un nuevo lugar, el horario de partida del crucero es muy puntual, no te vayas a quedar abajo!
– Prepárate para dormir como nunca, mi sensible piel jamás estuvo en contacto con sabanas de tantos hilos, su suavidad, el menú de almohadas y ese colchón maravilloso te hará descansar y caer en el sueño más profundo de tu vida.
En conclusión, viajar en crucero es muy cómodo. Mirar los atardeceres desde los jacuzzis de el barco es un lujo. Es una experiencia de turista 5 estrellas (sobre todo si pagas las habitaciones más caras)
La letra chica de esta experiencia:
Si tuviera que buscarle el pero a los viajes en crucero es uno solo: tener solo medio día o algunas horas para conocer cada lugar, andas corriendo, no conoces la esencia de los lugares en tan poco tiempo y eso en un lugar tan maravilloso como Santorini, Grecia, es terrible!
Pero mi experiencia fue muy positiva. No es el tipo de viajes que pagaría de mi bolsillo, pero si vuelvo a ser invitada? Bienvenido sea!!!